Las promesas del videojuegos español se vuelven a ver en iDÉAME

¿Y para qué demonios sirve un congreso? Seguro que más de uno se lo habrá preguntado alguna vez

Más de 200 aspirantes a creador se juntarán jueves y viernes con estudios en ascenso y estrellas consagradas del ocio electrónico
Más de 200 aspirantes a creador se juntarán jueves y viernes con estudios en ascenso y estrellas consagradas del ocio electrónico

¿Y para qué demonios sirve un congreso? Seguro que más de uno se lo habrá preguntado alguna vez… Pues en el caso de iDÉAME, el encuentro de jóvenes desarrolladores de videojuegos auspiciado por la Universidad Complutense de Madrid y Nintendo que en su primera edición ya reunió a más de 200 asistentes, hay respuesta. Y tanto José Manuel Iñiguez, un joven empresario valenciano que ha sido número uno en ventas en Japón con su opera prima Zombie Panic in Wonderland merced al contacto que consiguió en iDÉAME, como Andrés Alonso, que firmó un contrato con el exitoso estudio vallecano Over the Top tras mostrar su trabajo a los fundadores en el mismo encuentro.

Esta semana (jueves 15 y viernes 16 en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense) iDÉAME abre su segunda edición repitiendo la fórmula: las jóvenes promesas del desarrollo español de videojuegos volverán a tener “a tiro” a los que ya han cumplido su sueño. Para acribillarles a preguntas, darles un curriculum, mostrarles sus ideas… o lo que quieran. Siempre dentro de las coordenadas que marcan el congreso: accesibilidad y utilidad.

¿Del otro lado? Más de diez estudios españoles que con muy pocos recursos se están haciendo un hueco en el mercado mundial del ocio electrónico: los valencianos Dreambox Games, los gallegos Continental Games, los catalanes Cosmonaut Games… Además, de nombres ya conocidos en la cita anual (desde Gonzo Suárez a desarrolladores como Pyro Studios, Abylight, Enjoy Up…).

Pero además, también figuras internacionales se suman a esta cita. Del gigante del videojuego Capcom llega Shu Takumi creador de sagas tan revolucionarias y carismáticas como Ace Attorney o Ghost Trick. Y del mundo indie estudios como Gaijin Games, los californianos que firman la serie minimalista Bit Trip que arrasa en Wii, los austriacos Broken Rules y su innovador And yet it moves, el máximo responsable de la start-up Nicalis que sorprendió con joyas como Cave Story o La Mulana o el fundador de la compañía de Singapur que está desarrollando el prometedor Toribash.

Y el tema, claro está, será cómo conseguir vivir de los videojuegos en un momento económico tan complicado. Pero vayamos en orden. Para empezar, ante el aluvión de ofertas para aprender, ¿cómo distingo las que de verdad me van a dar una formación útil de las que sólo son un “saca cuartos”? Una vez me lanzo al ruedo, ¿cómo dimensiono un proyecto? Y sobre todo, ¿cómo consigo acabarlo y venderlo sin apenas recursos?

Porque España es un país eminentemente consumidor de videojuegos. En 2009 se vendieron más de 14 millones de juegos para consolas portátiles y de sobremesa con una facturación cercana a 1.200 millones de euros. Más de 10 millones de españoles probaron al menos una vez a lo largo del año un videojuego. Pero, ¿qué parte de esta tarta se reparte el videojuego español? En 2007, uno de los mejores años para la industria, de los 2.000 nuevos juegos que se lanzaron al mercado, sólo 150 fueron españoles, pero en facturación salimos peor parados: la cifra desciende hasta un 2% cuando hablamos de ventas.¿Cómo es la situación en otros países? El 8% de los países crea el 92% de los videojuegos que se consumen en el mundo. El 90% de los juegos vendidos en Japón son japoneses. En Estados Unidos, las desarrolladoras de videojuegos dan empleo a más de 250.000 personas, con beneficios el año pasado de 11.000 millones de dólares. En Europa, países como Francia apoyan al videojuego con fondos de 3 millones de euros aportando hasta el 20% del coste total de desarrollo. En Inglaterra el estado aportará 457 millones de libras para crear 3.500 puestos de trabajo en desarrollo de videojuegos durante los próximos 5 años.

Pero aún con el viento en contra, el talento español sigue reclamando su oportunidad, y en los últimos cinco años el número de empresas desarrolladoras de videojuegos en España ha crecido un 300% hasta superar la centena. ¿Cómo es el perfil del desarrollador de videojuegos en nuestro país?

Los estudios no suman más de 10 personas en el equipo, han empezado su primer proyecto con sus ahorros y los bancos se han negado a darles préstamos por ser poco solventes. Eso sí, cada línea de código de su juego está llena de pasión, talento y muchas ganas.

Este es el perfil medio del desarrollador que acude a iDÉAME, un punto de encuentro universitario de jóvenes creadores con ganas de compartir su experiencia para seguir ganándose la vida en su pasión: hacer videojuegos.

iDÉAME 2010 se celebra los días 15 y 16 de julio en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid. Toda la información sobre el programa y los ponentes en iDÉAME.es.


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