Review Super Mario 3D Land

¿Necesitas un fontanero? Pues olvídate de sus servicios en un buen tiempo porque esta ocupado intentando salvar una princesa. Mario aterriza en Nintendo 3DS para embarcarse en una gran aventura que te va a recordar inevitablemente a sus orígenes.

Desde el día 18 de Noviembre tenemos en nuestras tiendas el nuevo Super Mario 3D Land, y para muchos, podría considerarse el primer gran lanzamiento para Nintendo 3DS (si desechamos The Legend of Zelda: Ocarina of time por ser un remake), y ha supuesto una muy buena excusa para volver a usar nuestra portátil.

Nos vamos a encontrar con un juego difícil de definir, ya que es una mezcla entre New Super Mario Bros. y Super Mario Galaxy. Olvidaos de mundos abiertos que explorar, todas las fases consisten de ir de punto A al punto B, siendo A la salida y B la mítica bandera que tenemos que bajar para superar la fase, encontrándonos “checkpoints” con los que poder continuar si Mario pierde una vida. De nuestra habilidad dependerá encontrar atajos o secretos que hay en todas las fases, siendo muy importante recoger las 3 monedas gigantes doradas repartidas por el mundo para poder avanzar en nuestra aventura.

Otro elemento que se recupera es el indicador de tiempo que tenemos para superar cada fase, por lo que no podremos dormirnos en los laureles, pudiendo aumentar el tiempo disponibles recogiendo los escasos relojes que podemos encontrar. Y la desaparición del circulo de vida, por lo que cuando recibamos daños Mario se volverá pequeño, no pudiendo recibir mas daño si no queremos perder una vida.

Super Mario 3D Land solo necesita media hora de juego para que te des cuenta que te encuentras ante un título muy bueno, que hace gala de un apartado gráfico sobresaliente. Tenemos un total de 16 mundos, cada uno con 5 fases que superar, y con una variedad enorme de escenarios, con fases de scroll lateral, acuáticas, con nieve, cuevas, volcanes, barcos, castillos, etc. Todos muy vistosos y perfectamente recreados que con el 3D activado se muestran en todo su esplendor.

Pero aunque gráficamente sea una maravilla en lo que realmente destaca el juego es en su jugabilidad. Controlar a Mario nunca había sido tan preciso en una consola portátil, en la que nuestro héroe reacciona a la perfección a cada una de nuestras órdenes, lo que hace una verdadera delicia afrontar cada nivel sabiendo que en ese salto tan ajustado el control no nos será un impedimento. También destacar que el efecto 3D será muy importante ya que podremos descubrir secretos que no son visibles si lo tenemos desactivado, además de ser muy útil para calcular la distancia de todos los elementos en pantalla.

Un Mario no sería nada sin sus famosísimos “power up”, en el que además de los famosos champiñones, flores de fuegos y estrellas se añaden también los trajes de Tanooki , de “hermano boomerang” y de una caja con hélices que permite a Mario saltar muy alto y aterrizar planeando.

El efecto 3D no es el más impresionante visto en un título de Nintendo 3DS pero cumple. Podemos ajustarle la profundidad desde el propio juego pulsando Arriba/Abajo en la cruceta, pero recomiendo regularlo desde la consola directamente. Si buscas elementos saliendo fuera de la pantalla no encontrarás ninguno, aunque tampoco lo necesita debido a la perspectiva tan elevada que tiene en la mayoría de las fases.

Lo único que podría manchar nuestra experiencia con este Mario es la dificultad, pues puedo afirmar sin miedo que es el título más fácil de toda la saga. Conseguir vidas es pan comido y es probable que para alguien con habilidad llegue con más de 100 vidas al final de los 8 primeros mundos, que tras terminarlos, nos desbloqueara los 8 siguientes, que si bien son más difíciles, la recolección anterior de vidas se encargará que no nos veamos en problemas para superarlos.

Esa dificultad también supone un lacra en lo que a duración del juego se refiere, ya que no nos llevará excesivas horas superarlos, aunque lo suple con el hecho de querer pasarlo al 100% con todas las monedas el que sea un título muy rejugable.

Lo mejor: Su jugabilidad es increíblemente buena, lo que hace un juego realmente divertido desde el principio hasta el final, por lo que querremos volver a jugarlo una y otra vez.

Lo peor: En definitiva, estamos ante un buen Mario, pero no el mejor, que satisfará a todos los que lo jueguen, pero deja la sensación de querer más ya que se hace corto por su dificultad.

David Romera Aguilar.